La primera serie de televisión del mundo fue "filmada" cerca de Milán

Pero no la encontrarás en Netflix

¿Cuál fue la primera "serie de televisión" que apareció en nuestro país? Sin ir a rescatar algunas de las series más conocidas de los famosos blockbusters en línea, la respuesta es más curiosa de lo que podrías pensar y proviene de un lugar lejano, muy lejano.

Con una duración de 2 años, 'Los novios' de Alessandro Manzoni fueron la primera ficción en mantener a miles de entusiastas pegados a la pantalla (o, más precisamente, a los periódicos). De hecho, la obra de Manzoni, clasificada como 'Quarantana' (porque se publicó en 1840), se lanzó semanalmente y no en su totalidad, convirtiéndose en la serie por entregas más seguida de la época. Mientras que Renzo y Lucía son productos de la imaginación del autor, otros tienen sus contrapartes reales, comenzando por el cardenal Borromeo (el arzobispo de Milán), la famosa monja de Monza que se basaría en la figura de Marianna de Leyva, que fue obligada a tomar votos a los 16 años y tuvo una relación con un descendiente de una noble familia de Bérgamo, hasta Don Rodrigo, que sería el noble veneciano Paolo Orgiano, y el Sin Nombre, que, aunque no tiene nombre, algunos lo ven en Francesco Bernardino Visconti.

Otro plus de la novela es que tiene lugares reales y tangibles en el hinterland milanés como telón de fondo, haciendo que el lector se identifique con lugares familiares: escapando del Lazzaretto milanés donde los afectados por la peste estaban apiñados en 1630 y saliendo de la ciudad, es posible encontrar lugares icónicos que nosotros también podríamos encontrar a pocos pasos de nosotros.

¿Qué tal comenzar, por ejemplo, desde Lecco, la ciudad de los románticos: una fascinante ciudad ubicada a orillas del lago de Como, representa el escenario principal para el comienzo de la historia de amor entre Renzo y Lucía y un lugar que vio a Manzoni en su infancia y adolescencia, al que también se le dedica un museo en la ciudad. Lecco ofrece una miríada de atracciones, incluida la sugestiva Piazza Cermenati, donde se cruzan las vidas de los protagonistas. Aquí, Renzo y Lucía se encuentran por primera vez y su historia de amor cobra vida. Caminando por las calles de Lecco, se pueden admirar los edificios históricos donde vivió el autor, en Largo Caleotto, y las plazas que inspiraron a Manzoni en la creación de sus personajes. La belleza del paseo marítimo, con su vista impresionante y su encanto romántico, nos transporta a una atmósfera atemporal.

Continuando a lo largo del curso del río Adda, llegamos a Pescarenico, un auténtico y fascinante viaje al pasado donde todo parece haber quedado como en la época de la novela. Este pintoresco distrito de Lecco nos ofrece una experiencia auténtica: las calles adoquinadas, las casas coloridas y los callejones estrechos nos sumergen en la auténtica atmósfera de la época descrita por Manzoni, y esconden el convento de los frailes capuchinos de Fra Cristoforo, que organizó la fuga de los dos jóvenes: Renzo lo hizo volver a Milán, mientras que Lucía con su madre partió con un barco en la noche para refugiarse bajo el castillo del Sin Nombre. Justo en el punto donde embarcaron, hay una placa que recuerda el momento en que Lucía se despide llorando de las amadas montañas, en el famoso Adiós a los Montes.

No es la única 'testimonio del paso' de los personajes de 'Los novios', porque en Olate, un distrito de Lecco, se puede leer, frente a una casa rústica en Via Caldone, una placa que dice: Presunta casa de Lucía Mondella. La calle llega hasta una pequeña iglesia, los Santos Valente y Valeria, y sería la Capilla donde Don Abbondio debía celebrar el matrimonio de los dos enamorados. Hoy en día, es un edificio neoclásico con una plaza de guijarros, en una calle que sube hasta una colina que se presume es la que estaba el palacio de Don Rodrigo. Llegando hasta el barrio de Germandeo, hoy correspondiente a la capilla de Via Croce, a lo largo de un camino de campo, también se puede encontrar un pequeño tabernáculo que conmemora el punto donde Don Abbondio se encontró con los dos matones, quienes le dijeron la famosa frase '¡Este matrimonio no se hará!'

En resumen, como en un verdadero set de cine, explorar el hinterland milanés y especialmente los bordes del lago de Como será como revivir las hazañas de algunos de los personajes más icónicos de la literatura italiana, combinando la dulce belleza de la naturaleza con la historia y la cultura.

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